El ritual de “la cerrada” o cierre tradicional de matriz es una práctica profundamente arraigada en la cultura mexicana, transmitida de generación en generación por parteras tradicionales.
Esta ancestral ceremonia tiene el poder de sanar tanto física como energéticamente, cerrando la gran apertura que el parto deja y equilibrando el cuerpo. Además, marca el cierre de etapas importantes en la vida de una mujer, como un parto, una pérdida gestacional o la transición a una nueva fase.
Este ritual es un acto sagrado, repleto de significado espiritual. En este proceso, el cuerpo se convierte en el templo del alma, y cada movimiento y toque se convierten en un vínculo con todos los aspectos de su ser.
La matriz, centro de la energía vital y la creatividad, se convierte en el epicentro de la atención. Las manos amorosas y sabias de quienes guíamos esta ceremonia son instrumentos de conexión con los mundos físicos y sutiles.
El ritual de cierre tradicional de matriz es un espacio de autocuidado femenino que requiere alrededor de 4 horas, aunque su duración puede extenderse según las necesidades de cada mujer.
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